Hoy el día ha sido tranquilo, aunque tampoco hemos parado de hacer cosas. Sobre las 9 de la mañana la tripulación ya estaba en pié, anoche salimos a cenar por el centro histórico de Cádiz y luego tratamos infructuosamente de encontrar algo de flamenquito bueno, pero tras varios intentos fallidos decidimos retirarnos y guardar fuerzas para hoy.
A media mañana, mientras simultaneábamos la visita de unos familiares mios (si, mi familia es muy grande) con trabajos en el barco, hemos detectado unas nubes negras que se acercaban a toda velocidad y hacian presagiar lluvia intensa, así ha sido, en el trayecto entre el barco y el bar del Club Náutico hemos acabado completamente empapados, impresionante como ha descargado en apenas una hora, parecía el fin del mundo.