Intensa actividad mental y de gestiones, escasa física y de navegación, es el resumen de estas jornadas en el Iate Clube, donde nos encontramos desde pocos días después de nuestra llegada a Río de Janeiro.
Es un náutico diferente los que estamos acostumbrados, excepcionales y lujosas instalaciones sociales (restaurantes, biblioteca, terrazas inmensas, tiendas, jardines, etc.) y pocos pantalanes, la inmensa mayoría de los barcos (incluido el nuestro) están amarrados a una boya en el exterior aprovechando la tranquilidad de las aguas en la ensenada de Botafogo. Tampoco supone un inconveniente excesivo, puesto que dispone de un servicio 24 horas de lancha de transporte a las embarcaciones. La actividad es intensa, no solo durante el fin de semana, y el ambiente refleja la mezcla de la élite social a la que pertenecen sus miembros, con la afición al mar, especialmente intensa en vela ligera, prueba de ello es que durante estos días acoge el Campeonato Mundial Master de Snipe, concentrando regatistas de esta clase de numerosos países.