Una intoxicación por ciguatera y la influencia de la luna en la abundancia de vida en el paso Sur de Fakarava, estos han sido los principales factores que nos han condicionado los últimos días, el primero de forma negativa, el segundo todo lo contrario.
No es la primera vez que os hablo de la Ciguatera y las precauciones que tenemos que tomar para evitarla, pues bien, esta vez volveré a mencionarla, pero por experiencia propia.
En resumen, es una intoxicación alimenticia que se produce por la ingesta de pescado de arrecife envenenado a causa de la toxina que produce un micro-alga (Gambierdiscus Toxicus). Los peces la comen y son inmunes, pero van acumulando la toxina en su cuerpo, a medida que se sitúan en una posición más alta en la cadena trófica y tienen mayor tamaño, más cantidad y concentración de la sustancia venenosa puede tener su cuerpo.
De este modo, los depredadores de mayor tamaño son los potencialmente más peligrosos (por ejemplo morenas, barracudas, meros, jureles, napoleones, etc.), aunque en realidad no se trata de algo exacto, depende de las zonas, las especies e incluso los individuos. Una buena práctica es preguntar a los pescadores locales, que es lo que hemos venido haciendo hasta ahora, aunque tampoco eso es una garantía al 100%.
No hay forma de detectar si un pez esta envenenado o no (los polinesios dicen que si lo está no van las moscas, las hormigas huyen, o al colgarlos no se quedan rectos, pero no veo mucha base a esto), y la toxina no se destruye con la temperatura (alta o baja) o con otras sustancias (por ejemplo jugo de limón).
Los efectos también dependen de cada persona, se pueden presentar trastornos gastrointestinales, cardiovasculares (bajada de pulsaciones y tensión), neurológicos (inversión de las sensaciones térmicas, picores, calambres) y musculo-esqueléticos (fatiga, dolor muscular), llegando incluso a la parada cardio-respiratoria en los casos más graves. No hay remedios, solo tratamientos sintomáticos.
Siendo así parece una ruleta rusa, pero visto con visión de contexto tampoco tiene porque serlo, por ejemplo, en Polinesia Francesa, con unos 300.000 habitantes, se registran 800-900 casos al año, teniendo en cuenta que la dieta fundamental durante toda su vida es pescado de arrecife, tampoco es tanto.
Siguiendo unas prácticas lógicas, como no comer tamaños grandes (máximo 2 Kg), limpiar bien el pescado nada más capturarlo (las toxinas se concentran en vísceras y cerebro), preguntar siempre a los pescadores locales y a ser posible evitar los depredadores, la probabilidad de resultar intoxicado es muy baja.
En nuestro caso, creo que nos confiamos un poco, en los atolones en que hemos estado recientemente los nativos decían que se podía comer todo o prácticamente todo, pero en estas cosas nunca hay que bajar la guardia.
El primer mero que comimos en Tahanea (hace ya casi dos semanas) tenía ciguatera, los síntomas no se hacen esperar mucho, los notamos al día siguiente. Afortunadamente la intoxicación fue leve, en mi caso un par de días de dolor muscular y agotamiento, en el de Jose Carlos, además de estos, picores e inversión de las sensaciones térmicas, que aunque se le están yendo, todavía le duran; no ha sido bueno que se le juntara con la infección de la picadura en el pié y la toma de antibióticos, poco a poco se está restableciendo.
¿Os acordáis del mero que me robó el gran tiburón gris? Una vez más el destino nos recuerda que lo que un día puede parecer una tragedia, al día siguiente te das cuenta que fue una fortuna, el mero era mayor que el segundo que capturé y nos comimos, muy posiblemente los efectos de la ciguatera habrían sido mayores.
Para mayor seguridad visitamos la enfermería de Rotoava (la población de Fakarava), donde nos diagnosticaron y dieron buenos consejos, además de volver a aplicar curas al pié de Jose Carlos.
Por si acaso tendremos que estar un tiempo sin comer pescado de arrecife (los de mar abierto no tiene ciguatera), para no acumular más toxina y dar margen a eliminar la que podamos tener.
Tras compras, gestiones y paso por la enfermería, pusimos rumbo de nuevo al sur, al paso de Tumakohua, el paso Sur de Fakarava, donde nos encontramos actualmente. No puede haber un lugar mejor y más tranquilo para descansar, además de tener un buceo espectacular.
La luna llena de julio es una fecha mágica aquí, varias especies de peces se concentran de forma inusual para reproducirse, las imágenes bajo el agua son grandiosas, cardúmenes que tapizan de ojos el fondo marino, o que se concentran de tal modo que parecen un solo ser de dimensiones monstruosas; todo esto además de los ya habituales 200 o más tiburones grises que forman una especie de enjambre en medio del paso, lástima que Jose Carlos no pueda bucear todavía, ya veréis las imágenes.
Aunque un poco más bajos de revoluciones, seguimos disfrutando de un incomparable paisaje, de preciosas puestas de sol, y de una vida subacuática rebosante, acompañados por las noches de una luna que parece un sol.
Si todo va bien, en un par de días volveremos a Tahanea, el atolón desierto que tanto nos gustó, aunque esta vez dejaremos que los tiburones se coman todo el pescado.
Sed felices
Kike
Muchachos cuidaros de la ciguatera y si teneis que comer pescado, os tocará pescar en alta mar como tu dices. deseo que desaparezcan los sintomas de la toxina y que José Carlos se recupere definitivamente de las heridas. Un abrazo.
Cada vez os admiro mas porke veo k tienen mucha fortaleza y muchos recursos para seguir adelante,nada puede contra esa fortaleza k veo k demuestran ,al salir adelante fisicamente y animicamente…. estando los dos apoyandose el uno al otro admiro vuestra dedicacion y amistad y los cuidados k prodigan el uno al otro…es digno de mencion y mas digno de mi admiracion.
Me alegra saber k estais bien y espero k se recuperen por completo,me encantaria estar cerca para llevarles una rica comida,pero veo k teneis de todo alli… despues de pasar todo este mal trago estaran donde mas les gusta descansando y tomandose unos dias para recuperarse por completo.
Por favor cuidense muuuucho y disfruten de la magica luna llena k precede y os acompaña es estos dias….muchos abrazos y besos…..Paty
Me imagino vuestra luna y debe ser impresionante. Cuando se refleja en el mar todo parece enigmático y el tiempo se ralentiza. Personalmente, me produce una sensación muy extraña y mágica. La verdad es que siendo la misma, aparte de la luna de Valencia que me encanta, la que más me gustó fue en el Caribe. Allí, su reflejo sobre el mar me dejo sin palabras. No en todos los lugares se aprecia del mismo modo. Que envidia me daisss…jajaj. Cuidaros mucho y dejad de comer peces de arrecife.Un beso.
FELICIDADES SOY UN ABUELETE DE 64 ESTUDIANDO PARA CAPITAN, TODA MI VIDA HE TENIDO LA ILUSION DE HACER ALGO SIMILAR A VUSTRA AVENTURA, DESDE CASA OS SIGO Y ME SIENTO UN TRIPULANTE MAS. «BON VENT» Y FELICES SINGLADURAS.
Kike, muchas felicidades en tu onomástica.