Días 1.195 a 1.201 (21 al 27/2/13): El país de las islas con forma de magdalena

En el mar de Filipinas, 500 millas al Este de su costa, pero todavía conformando el extremo más occidental de Micronesia, existe un pequeño país del que tal vez muchos no hayan oído hablar, la República de las Islas Palau.

Es posible que los aficionados al buceo lo conozcan por las maravillas que albergan sus aguas, o incluso que a los que disfrutan con destinos exóticos les venga a la mente la imagen de pequeños montículos de formas redondeadas que, completamente cubiertos de vegetación, emergen de aguas turquesa, pero sin duda serán pocos los que habrán visitado este recóndito lugar del mundo, el turismo está todavía en fase de desarrollo.

Llegar frente a su costa desde Yap no fue muy complejo, 270 millas náuticas con vientos portantes permanentes, algún que otro chubasco, un par de trasluchadas y en menos de 36 horas estábamos allí. Entrar a puerto si tuvo un poco más de dificultad, un estrecho canal entre arrecifes es el único acceso, hubo que esperar hasta la llegada de la luz del día, y aun así costó debido a que la cartografía no coincide con la realidad.

Paramos en Koror (la capital) lo imprescindible para realizar los trámites de entrada al país, recabar algo de información y algunas compras, a la mañana siguiente zarpamos de nuevo rumbo al interior de su lagoon para descubrir los tesoros que encierra.

El parque natural de Rock Islands, declarado patrimonio universal por la Unesco, es uno de esos lugares en que la naturaleza se conjura para crear escenarios tan bonitos que en ocasiones cuesta creer que sean reales.

Iniciamos el recorrido en Ngeruktabel, el primer grupo de islotes al Sur de Koror. Tras superar numerosos arrecifes llega un momento en que la navegación transcurre entre pequeñas montañas, los pasos se van haciendo más y más cerrados, hasta que llega un momento en que da la impresión de estar metidos en un laberinto formado por setos semiesféricos cortados por un gigante.

Como no podía ser de otra manera, entramos hasta el final del laberinto, hasta que encontramos un pequeño claro con profundidad adecuada para fondear. Las cartas no proporcionan información del interior de la amalgama de islas e islotes, de modo que constituye una auténtica exploración en base a los datos que proporcionan ojos y sonda, suele haber calado, pero en ocasiones las formaciones rocosas están unidas por una barrera casi a ras de agua, y también se encuentran numerosas cabezas de coral, varias veces probamos un pasillo y al ver que estaba cortado tuvimos que dar la vuelta e intentarlo por otros hasta encontrar un camino despejado.

El paisaje es realmente singular, completamente rodeados de esas curiosas rocas densamente cubiertas de vegetación. Cada uno tendrá su opinión de a que le recuerdan sus formas, para mí las hay tipo flan, coliflor o champiñón, aunque llegamos al consenso de que la forma más extendida es la de magdalena, aunque todas tengan que ver con comida no penséis que pasamos hambre, que comemos bien.

La tranquilidad es completa, nadie puede vivir en las magdalenas gigantes, son inexpugnables, su base es un muro liso de roca, sobre la que se encuentra una vegetación tan densa que es absolutamente impenetrable.

Un par de días después nos trasladamos a Ulong, una isla situada al Oeste el lagoon a cuyo abrigo existe un buen fondeadero frente a una preciosa playa. El lugar es famoso porque allí se rodó una de las versiones internacionales de «Supervivientes», por lo que pude comprobar no les debió ser sencillo conseguir comida. Desde Ulong se ve el arrecife exterior, una gran tentación desde el punto de vista del buceo, que ni pude ni quise resistir. No hizo falta buscar mucho para encontrar inmensos bancos de peces de diversos tipos o tiburones descansando plácidamente sobre el inicio del fondo arenoso. También pudimos disfrutar de espectaculares puestas de sol desde la playa, algo que los días anteriores nos ocultaban los pequeños islotes que nos rodeaban.

Un repentino cambio en la dirección del viento nos dejó expuestos a fortísimas rachas que nos hicieron garrear peligrosamente hacia un bajo, hubo que salir rápidamente antes de que las cosas se complicaran más y buscar algún tipo de protección, la cual nos brindó una pequeña cala rodeada de muros de roca donde pasamos la noche.

Seguimos nuestro camino hacia el corazón del parque natural de «the rock islands» dirigiéndonos hacia Macharchar, un segundo grupo de islotes más pequeño, pero más tupido que en el que habíamos estado días atrás. Para llegar hasta allí tuvimos que hacer auténtico slalom entre arrecifes, una vez dentro no fue más sencillo, pasamos horas entre los canales intentando aproximarnos al jellyfish lake, al final no hubo forma, una auténtica barrera cierra todos los pasos entre las magdalenas gigantes más cercanas, de todas formas localizamos un magnífico fondeadero sobre una zona poco profunda no muy lejana.

Si espectacular era el paisaje de estos últimos días el actual lo supera, todo es un poco más pequeño y las aguas menos profundas, los colores esmeralda son más intensos, el inferior tamaño de las magdalenas las hace más bonitas y espectaculares.

La belleza, tranquilidad y naturaleza de las Islas Palau nos ha sorprendido, en nuestra mente estaba catalogado como un destino de buceo en el que se podría localizar el precioso lugar que aparece en todas las fotos y ya está, pero no es así, es mucho más, las imágenes de postal se dan por doquier, casi desde donde estés el paisaje deja sin aliento.

Durante los próximos días seguiremos recorriendo el entorno, nos queda mucho que descubrir, os lo iré contando.

Sed felices

Kike

7 Responses to “Días 1.195 a 1.201 (21 al 27/2/13): El país de las islas con forma de magdalena”

  1. Daniel dice:

    Kike segun lo cuentas casi se puede vislumbrar el paisaje. Espero que en algún momento podamos ver alguna foto de ese paradisiáco lugar.Besos

  2. Julio Soria dice:

    Hola Kike y demás tripulación. Con la fantasía real que describes los paraisos por los que estais, ¿Con cual te quedarías? Yo tendría mis dudas, el siguiente parece mejor que el anterior. Se me ocurre el título del libro «Paraisos perdidos … y encontrados».
    Seguid así y hacednos soñar cual aventureros de agua dulce con vuestros relatos.
    Buenos vientos. Muchos abrazos. Te queremos y te echamos de menos.
    Comenzamos las fallas ….

  3. Anónimo dice:

    Hola Kike!!! mira..nos tienes muy mal acostumbrados,no quiero ni pensar cuando regreses a España que va a ser de este blog,quien nos seguirà contando el apasionante mundo,culturas y vivencias de esos lugares..entraremos en depresiòn,jajajajaja espero que nos traigas un antìdoto pero de momento siguènos enganchando a esa proa y no pares de viajar…un abrazo

  4. Patricia dice:

    Hola Kike guapisimo,con este maravilloso relato de todo este recorrido de islas y de todos los lindos lugares que visitas y de su linda gente los cuales ves y disfrutas ,me alegras y refrescas el corazon,como siempre me alegro mucho por ti y agradezco k compartas con todos tus vivencias ,en estos momentos son como agua fresca y dulce,que se valora mucho,veo como siempre vas superando todo cuanto se te presenta a ti y a tus compañeros de viaje y eso inspira a la superación diaria,gracias ,espero que disfrutés y lo pases lindo de la belleza y tranquilidad de las Islas Palau,un gran abrazo a ti y atus compañeros de viaje ,sois los mas grandes aventureros…..besos.

  5. Ana y Jose Corral dice:

    Para todos los amigos de Aventura Oceanica, un poco de geología:

    Las islas Palau están compuestas de rocas volcánicas de tipo basalto y andesitas, que emergieron del fondo oceánico hace unos 40 millones de años (MA). Forman parte de un arco insular situado en el borde occidental de la placa tectónica de Filipinas junto con las islas Yap, Palau y Guam.

    La pequeña placa de Filipinas, de forma triangular, está rodeada por tres grandes placas, la Pacifica al este, la Indo-Australiana al sur y la Euro-Asiatica al norte, todas se relacionan entre si produciendo continuos cambios tectónicos, entre ellos la formación de arcos insulares volcánicos y sus desplazamientos. Por ejemplo, la placa Pacifica subduce (se introduce debajo) de la placa de Filipinas, produciendo un levantamiento continuo de la misma en el borde de colisión que ha afectado a las islas Palau, siendo la causa de su curiosa geomorfología.

    Efectivamente, desde el Eoceno, hace unos 37 MA, se empezaron a formar enormes y potentes arrecifes coralinos sobre el sustrato de rocas volcánicas. Posteriormente, por efecto del citado levantamiento de la placa, los arrecifes quedan emergidos, es decir se sitúaron por encima del nivel del mar, hace unos 20 MA. De esta manera, convertidos ya en roca caliza de color claro, forman una cubierta muy diferente en composición de la subyacente roca volcánica oscura y de gran resistencia. Las calizas quedaron sometidas a la acción erosiva de las lluvias y del oleaje en el límite intra-mareal dando las curiosas formas de magdalena.

    Como resultado, tambien se forman cuevas kársticas, canales y lagos interiores en un ambiente de clima cálido y con alta pluviosidad, que da origen a la abundante vegetación. Todo ello, debe hacer de Palau un lugar de ecosistema único que por suerte ahora se está protegiendo.

    Las fotos que nos enviará Kike ilustraran todo lo que os digo de mejor manera, pero intento compartir con todos un poco de la información que he conseguido. Me produjo gran curiosidad la descripción que me hizo Joloc de las extrañas formaciones.

    Un abrazo a los dos grandes marinos y buen viaje a Filipinas.
    Ana

  6. Jose Manuel (Primo) dice:

    Primo, por favor, fotoooooosssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  7. Antonio Silvar dice:

    Ciertamente lo de paraíso, aquí tiene completo sentido…
    No me esperaba poder vivir y estar en un sitio así. realmente único… parecía diseñado por el decorador de los teletabies… ja ja ja ja ja
    Supero todas mis expectativas no solo por el sitio sino también por el trato y la gente con quien tropezamos… Adolfo sus cervezas y viandas… (que rico el helado de vainilla) que majo el Asturianin… quien se iba a imaginar que de tal lugar surgiera un paisano de Gijon tan majo y enrollado.
    un abrazo a los dos me habéis tratado genial… y nos vemos en la próxima… hasta os ocupasteis de la rehabilitación de mi accidente de parapente…(tengo una sesión de acupuntura pendiente… Jose Carlos)

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