No serian todavía las 10 de la mañana, mientras estaba de guardia he notado como súbitamente al barco escoraba mucho y se aceleraba, el viento está subiendo -me he dicho-, voy a salir a comprobar lo que sucede y soltar mayor o orzar si es necesario. En cuanto he salido he visto el horizonte raro, un color plomizo en el horizonte, un cambio demasiado brusco, algo extraño en el ambiente.
El viento seguía acelerándose, ya rondaba los 30 nudos, me daba margen a orzar (variar el rumbo unos grados contra el viento) y nos venía bien para separarnos de la costa. Seguimos ciñendo, y el rumbo que podemos hacer sin quedarnos parados nos lleva a tierra, así que para poder avanzar hacia el sur, periódicamente tenemos que hacer un bordo en dirección al interior del Océano (Este) que nos separe y permita seguir la línea costera a más de 50 metros de profundidad, de otro modo nos metemos entre los numerosos pesqueros y es peligroso.
Mientras estaba maniobrando he divisado una formación nubosa en el horizonte que me ha dejado helado: un Piracha, tipo de chubasco característico de este zona, ya nos habían advertido sobre ellos, tiene una forma piramidal con gran desarrollo vertical, ocupa una extensión de varias millas (este podría tener unas 10) y debajo suyo se dan violentos vientos e intensas lluvias. Este venia directo hacia nosotros y el color oscuro de su base no presagiaba nada bueno.
He virado tan rápido como me ha sido posible, tratando de escapar de él, aunque lo veía complicado, era enorme. Por si acaso he encendido el motor, me sería útil para ayudar a gobernar el barco en caso necesario, también me he planteado arriar trapo, pero no había mucho tiempo, y eso retrasaría la huida.
Poco a poco he visto como se iba acercando, estábamos muy cerca de uno de sus extremos, pero la cosa estaba muy justa. Cuando casi estábamos debajo de él se distinguía claramente en el agua el cambio de textura como consecuencia de sus fuertes vientos, su límite estaba increíblemente definido, a un lado los 30 nudos y fuerte marejada en la que ya navegaba, en el otro el viento debería superar los 40 y el mar lanzaba tanta espuma que lo cubría de blanco, como si se tratara de una montaña nevada. En lo que han sido segundos, pero que a mí me han parecido minutos, la frontera entre una situación dura y un infierno se ha ido deslizando frente a nuestra proa, creo que he hecho fuerza hasta con las pestañas para que pasara sin alcanzarnos, y así ha sido. Su extremo norte se habrá quedado a unos 50 metros de nosotros, ¡por los pelos! Pero ha habido suerte, nos podía haber dado un buen susto y un buen revolcón, como ya nos ha sucedido en alguna ocasión, y todo ello si había suerte y no rompíamos nada, que no está el horno para bollos…
A parte de este sustillo, pocas novedades en la noche anterior y el día de hoy. El viento no acaba de abrirse, por lo que no podemos más que ceñir, además está muy variable, sube y baja de intensidad, se va unos grados en una dirección, luego vuelve, y así nos pasamos el día, tratando de mantener el barco en marcha. En las mismas 24 horas que el primer día recorrimos más de 180 millas, en el siguiente no hemos recorrido más de 80, así es el mar, te da y te quita.
En cualquier caso en breve (menos de 10 millas) llegaremos a un punto al norte de Maceió en el cual podremos caer unos 20 grados, dado que la costa se mete hacia dentro (hacia el Oeste), en ese caso esperamos que la ceñida se convierta en un descuartelar y que cuando vuelva el viento habitual se transforme en un través que nos lleve ya hasta la Baia da Todos os Santos, donde se ubica Salvador.
A las 22:50 GMT nos encontramos en 9º 11’S, 35º 02’W, navegando a poco más de 3 nudos rumbo 190. El viento ahora no llega a 20 nudos y lo tenemos muy cerrado, pero no podemos caer más, la corriente de cerca de un nudo en contra también nos frena lo suyo. Nos quedan 316 millas para llegar a destino, el tiempo que tardaremos en llegar hasta allí no está en nuestras manos, el viento dirá…
Sed felices
Kike
Aunque ahora tengais muy poquitos comentarios, debido a las vacaciones, acordaros que estamos todos con vosotros, empujando con el pensamiento a vuestro barco a buen puerto.
Cuidaros. besos.
Primo, lo del «chubasquito» piracha, y la descripcion que has dado de las maniobras que has tenido que hacer para evitarlo, ha sido de las narraciones que mas tension han provocado conforme lo ibamos leyendo.
NOTA: Llamemoslo «piracha» ò «piraña» se parecen hasta en el significado…
Se me quedan los pelos de punta que pasote!!!
Fuerza.
Se nota que sois unos interplidos navegantes curtidos en esos mares, cuantos mas ploblemas sorteeis ,mas expereriencia tendreis para pasar los examenes (Cabo de Hornos), aunque tras los parciales efectuados hasta ahora, la puntuación final tiene que ser como minimo de sobresaliente. Animo.
Un fuerte abrazo y adelante sin desfallecer.
KILLO, ADEMÁS DE SER UNOS INTRÉPIDOS NAVEGANTES, SE NOTA TAMBIÉN QUE LLEVAIS, AL MENOS DOS ANGELES DE LA GUARDA CON VOSOTROS EN VUESTRO BARCO. QUE BARBARIDAD DE TORMENTA Y QUE BIEN DESCRITA ( HIJA DE P……) MENOS MAL QUE PASÓ DE LARGO
¡¡¡QUE DIOS OS BENDIGA¡¡¡
Y LO DICHO EN LEBRIJA SE TE QUIERE UNA JARTÁ
Vaya susto, como los ciclones de las películas, el ángel de la guarda que llevaba siempre el abuelo se ha quedado a bordo y es muy eficaz ( aunque va vestido de pato Donald…)
Besos, navegantes! Cuánto se aprende con vosotros
suerte y a por todas
Cada vez que me muero de corazón con las historias grabada aquí. Es mucha emoción para los que viven en la ciudad todos los días (risas). Me suscribo a las historias diarias e itinerario. Yo realmente admiro la valentía que eres.
PD: Lo siento por mi español malo! Creo que con la ayuda del «maestro» Joloc mejorará. (Risas)
Buena suerte, querido! Besos! : *
Hola aventureros!
Primo no te vayas a creer que te he abandonado; es que, como te comenté, está conmigo la prima Pepi y no paramos de un lado para otro. Como dice la abuela del niño, la Pío-Pío, según mi sobrina (por lo de Pajarraca), está precioso. Esta tarde hemos estado en Castellón y nos hemos encontrado con Elena, tu cuñada.
Las fotos de Fernando de Noroña son espectaculares, qué envidia! Aunque lo que habéis pasado hasta poder disfrutar de esos paisajes… no sé si lo aguantaría!
Por cierto, ¿qué tal tu dedo?
Muchísimos besos de los Romero valleros y de los Romero lebrijanos que están por aquí.
que descarga de adrenalina uf, me he acordado de la tormenta q nos pilló volviendo de Columbretes. tos empanados mirando los colores del agua y el cielo… y de repente pom tormentón con tornado q se aproximaba pegado a la costa y q menos mal q se deshizo antes de alcanzarnos, (a ver si va a ser verdad lo del angel de tu padre que se nos había mareado), jejeje y luego nos equivocamos y nos metimos en el puerto de VLC en vez de en el naútico, xq con las obras y la tormenta cualquier parecido…
Bueno un abrazote a los dos