Sucedió en la noche, no sé porque no tengo miedo a la oscuridad, porque todo lo malo nos sucede siempre bajo los dominios de las penumbras…
A veces viento y mar no hacen caso de las previsiones, marcan sus propias reglas y se revuelven cuando quieren, ahí comenzaron los problemas, tal vez vinieron acompañando un chubasco, pero llegaron de improviso.