Hacía tiempo que un lugar no me sorprendía hasta el punto de emocionarme, de ponerme la piel de gallina al contemplar un paisaje grandiosamente bello y no poder dejar de mirarlo, Raja Ampat lo ha conseguido en varias ocasiones.
Después de 3 años y medio navegando por el mundo, y miles de escenas de espectacular belleza en el Caribe, Sudamérica, Polinesia, Melanesia, Micronesia o el Sudeste Asiático, creo que el nivel está muy alto, y aunque siempre se disfruta de un precioso entorno natural, no es fácil que me impresione; me da pena, pero está en la naturaleza humana, nos adaptamos a todo, hasta a vivir rodeados de belleza.