Protegido: Día 835 (27/2/2012): De isla desierta en isla desierta
28 de febrero, 2012Días 833 y 834 (25 y 26/2/2012): Ducie o el paraíso perdido…
28 de febrero, 2012Hoy no os voy a hablar de navegación, el tramo desde el último reporte hasta llegar al atolón consistió fundamentalmente en frenar el barco para llegar el domingo al amanecer.
Desde el principio, la isla parecía muy celosa de su intimidad, se resistía a facilitar una aproximación a ella, como si quisiera reservar sus tesoros naturales a unos pocos elegidos, tanto tiempo sola… Con las primeras luces del alba distinguíamos su silueta, con gran pesar nos dimos cuenta que la cartografía no coincidía con la realidad ni por asomo, y ya no sólo en ubicación, si no lo que es más grave, en orientación, es decir, mejor no mirarla, no servía de nada y únicamente nos confundía.
Protegido: Día 832 (24/2/2012): Cambio de planes
25 de febrero, 2012Día 831 (23/2/2012): Mata-ki te vaikava (ojos que miran al océano). Parte 2.
24 de febrero, 2012(continuación del reporte del día anterior)
Gracias a su fuerza, y destreza como talladores de piedra, los tangata hanau e’epe dieron un fuerte empujón a lo que parecía uno de los principales pasatiempos de los otros, la creación de unas efigies con rostro humano que denominaban Moai. No entendían muy bien el motivo, pero veían que les hacia felices, así que sin más se afanaban en la tarea, como pago a la hospitalidad de sus anfitriones.
Los tangata hanau momoko, desde la llegada de los visitantes de ultramar, se sentían más fuertes y poderosos que nunca, habían incorporado a su estirpe una veintena de colosos que les permitiría llegar hasta donde nunca habían llegado, era el punto álgido de su civilización, un regalo de los dioses.
Día 830 (22/2/2012): Mata-ki te vaikava (ojos que miran al océano). Parte 1.
24 de febrero, 2012Hoy no tengo muchas novedades, la navegación sigue más o menos igual, así que os voy a contar una cosa que me sucedió durante la estancia en Isla de Pascua.
Paseando por Hanga Roa, un día a media mañana, me entró hambre, así que compré una empanada y me senté en la puerta del comercio a comérmela. Al poco un hombre se puso a mi lado, claramente tenía rasgos Rapa Nui, ya entrado en años, corpulento y de aspecto fornido a pesar de su edad, pelo y barba largos y canosos. Comenzamos a charlar un poco de todo, de la Tapati, la historia de la isla, los Moai, etc. Su conversación era amable, pero también radical en algunos sentidos y con un aire misterioso, casi tratando de decir algo sin ser explícito.
Protegido: Días 828 y 829 (20 y 21/2/2012): Hacia las Islas Pitcairn
22 de febrero, 2012Protegido: Días 826 y 827 (18 y 19/2/2012): Levamos ancla
22 de febrero, 2012Días 824 y 825 (16 y 17/2/2012): Tapati
21 de febrero, 2012Tapati Rapa Nui es la fiesta más importante de la isla, se celebra todos los años entre fines de enero y mediados de febrero. Evoca el culto del Tangata Manu (hombre pájaro), con la diferencia que ahora son dos jóvenes candidatas las que compiten por ser declaradas reinas.
El formato actual se realiza desde mediados de la década de los sesenta, tras el reconocimiento de la ciudadanía de los isleños por el régimen chileno, país en cuyo territorio se integra. Este es un tema del que no se habla mucho, especialmente en fiestas, pero parece que existe un deseo de independencia. Hay un enorme cartel en una de las principales calles de Hanga Roa que aclara, para el conocimiento internacional, que la nación Rapa Nui jamás otorgó la soberanía a Chile. Desconozco más detalles, aunque sí nos comentaron que existe un buen nivel de autogobierno y un régimen fiscal especial, con numerosas ayudas, además de que únicamente los nativos pueden poseer tierras, que a su vez le van siendo otorgadas por el gobierno.
Protegido: Días 822 y 823 (14 y 15/2/2012): Recorriendo Rapa Nui
21 de febrero, 2012Días 820 y 821 (12 y 13/2/2012): Hanga Roa
21 de febrero, 2012Iorana korua! (hola a todos en idioma Rapa Nui)
Con las primeras luces del día llegábamos al principal fondeadero de Isla de Pascua, situado frente al único pueblo, Hanga Roa.
No fue sencillo localizar la pequeña zona donde hay algo de arena y la profundidad es razonable para echar el ancla, pero lo conseguimos. Es un lugar peligroso, dado que está muy abierto y expuesto al mar de fondo que casi permanentemente viene del Sudoeste, hay que estar permanentemente atento a la meteorología, para asegurar el barco o cambiar el fondeo en caso de ser necesario.